Muchas veces, sobre todo cuando comenzamos a escribir artículos en un blog personal o corporativo con la intención de aportar contenido de valor, no basta solo con redactarlo y dejarlo publicado en el sitio web esperando que la gente pase por allí a leerlo, si no que hay que hacer un meticuloso trabajo posterior para compartirlo en distintas redes sociales con el objetivo de alcanzar al mayor número posible de usuarios.

Cuando un profesional decide dar el salto a trabajar como freelance, entra en una dinámica de clientes, proyectos, reuniones, tareas, etc y como no disponga de una buena organización y planificación, su vida profesional puede entrar en un auténtico KAOS, donde el desorden y la confusión se apoderarán de él, llegando a situaciones de estrés y por supuesto pérdida de tiempo y dinero.

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